A menudo nos asumimos que los psicodélicos solo actúan en nuestro cerebro, el cual ha sido visto durante mucho tiempo como el repositorio de la conciencia, por lo tanto, parece una conclusión lógica.
Romper la barrera de los prejuicios, obtener mayor evidencia científica y fortalecer la investigación sobre potenciales aplicaciones para ayudar a más pacientes en un futuro cercano.